Desde la más mayor, a punto de cumplir los 85 años, hasta la más joven, con 63, todas han entrado en la dinámica de compartir experiencias y saberes, proponer actividades, hacer excursiones y, sobre todo, hablar y expresarse. No tienen reparos a la hora de hacer ejercicios que, quizá, nunca antes habían hecho, como la meditación guiada: tumbarse, relajarse, cerrar los ojos y redescubrirse. Porque, sobrepasar el medio siglo de vida da para pensarse mucho.

La situación de las mujeres que están participando son muy variopintas y muy diferentes. Casadas, viudas, solteras, con hijos, sin ellos. En la franja de 20 años de diferencia, lo que les une a todas son “las ganas de más”. Es decir, las ganas por conocer a nuevas compañeras de viaje. “Lo que está claro es que no nos conocíamos de nada y ya están surgiendo muchas amistades”, señalan.

Para Clara, la mayor del grupo con 84 años, Cotidianas es un “medio de desahogo y comunicación para volver otra vez a vivir un poco”. Y apunta: “Yo estaba muy arrinconada, porque he enviudado hace poco, y aunque me refugio en la pintura, al venir aquí, me he vuelto a activar”. Junto a ella, está Ramona, una mujer de 83 años que vive con su marido. Ella destaca que Cotidianas supone “crearse una obligación para salir de casa y relacionarse con gente”.

Teresa tiene 63 años, es la más pequeña del grupo, vive sola y no tiene hijos. Cuando se enteró de este espacio quiso venir porque se encontraba terminando el duelo de la muerte de su madre. “He pasado una temporada difícil. Necesitaba sentirme arropada, y lo he conseguido. Mi estado anímico ha mejorado y vengo muy contenta a las sesiones”, apunta.

Empoderamiento

Cada miércoles, además, se crean debates sobre diferentes temas, sobre todo, con el objetivo de compartir experiencias y aprender de las vivencias de las demás. Hasta ahora, han salido temas como el feminismo, la crianza, los autocuidados, la familia, la soledad

Y es que, además de una propuesta de acción comunitaria para promover la autonomía y prevenir o mitigar el aislamiento, Cotidianas también es un proyecto de empoderamiento y apoyo mutuo. Entre otras cosas, este planteamiento puede llegar a evitar una sobremedicalización de las mujeres consecuencia de sus estados de ánimo, y mejorar su bienestar.

Es precisamente lo que resalta Rosa 77 años: “las reuniones de mujeres siempre aportan mucho al bienestar y a llevar mejor nuestras vidas”. En su caso, lleva 11 años viuda. Cotidianas le está sirviendo para salir de casa y hacer buenas amistades. Uno de sus descubrimientos, por ejemplo, es la otra Rosa, también de 77 años. “Entré de botones con 16 años en Telefónica, y me prejubilé con 55 como secretaria de dirección. Sin parar de prepararme pero sin tener estudios superiores”, resalta. “Estar aquí me está aportando conocerme mejor a mí misma”.

La soledad no deseada cuenta con agravantes en el caso de las mujeres mayores, sobre todo por el rol de cuidadoras en sus hogares. Por eso, el objetivo último de Cotidianas es crear comunidades de apoyo mutuo que puedan continuar una vez finalizado el proyecto.

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